miércoles, 1 de agosto de 2012

VIENTOS DE OTUBRE (A LA LUZ DEL FOGON)

¡Quizás ya no venga! ¿No s’hia dado cuenta
de que están soplando los vientos de octubre
y que el barrilete vuela, y ya no cubre
como antes al cerro, nube de tormenta?
Hoy s’iajusta el año y él me dijo: “Anita,
Entre algunos días regreso por vos”;
pero no lo quiso quizá tata Dios
 ¿Verdá, madrecita?

Cuando veyo el rancho de paja, el ranchito
q’el estaba haciendo pegado a la güerta,
y veyo tan sola y cerrada la puerta
y veyo de montes aquel caminito,
siento que me muerde, aquí dentro, un dolor,
y que l’alegria también se me ha ido,
y me siento agora, lo mesmo que un nido
que no tiene pájaros, ni tiene calor…

Naide me lo ha dicho, pero es la verdá.
En la madrugada tuve un mal agüero:
se estaba apagando, mamita, el lucero
detrás de aquel cerro que se mira allá,
y asina s’iapaga también lo que quiero…

               No tengo ni ganas de mirar p’ajuera.
¿Qué l’hiace que vengan, que vengan los vientos
si a mis sufrimientos
nada güeno traen de lo que quisiera?
Ciérreme la puerta. Siento que me cubre
un frío las manos, Dios sabe qué tienen…
¿Que no s’hia fijado los tristes que vienen
agora los vientos,
los vientos de otubre?


Alfredo Espino – Jícaras Tristes: Casucas 

6 comentarios:

  1. Hermosos los poeamas de Alfredo Espino

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    1. Vientos tristes de mi tierra, canto adolorido de poetas y cantores que ayer no vieron lo que hoy vemos. Retratos inertes de tardes silenciosas recorriendo la esperanza, cantando sin más ataduras que el viento en una noche cualquiera, convirtiendo un lamento en un suspiro y un suspiro en una poesia para el sueño que el mismo poeta inventó. Jicaras mañaneras portadoras de pureza para aplacar al sediento, mientras los ojos de los bueyes aún más tristes se albergan en un cañal en flor......mientras la tarde cae y se divisa el rancho... pronto llegará el lucero, quizás nos de tiempo de caminar con sol y llegar con bien junto a las jicaras tristes de espino, quizás nos de tiempo de sentir el Rocío matinal y ver de nuevo el pajarito en su nido y yo vuelva a sentir dos alas como las de Alfredo y alcazo sienta también el deseo de haberlas extendido.

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  2. Belleza de versos del poeta niño.

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