Unas veces es clara, y otras veces es trigueña
cual la tierra quemada por el fuego del sol…
La criolla que en los labios lleva un tenue arrebol
y en los ojos oscuros lleva un alma que sueña…
Cuando lloran las cuerdas de una triste guitarra,
se le tiñen los ojos de un color de ilusión
y el cálido pecho se le va el corazón,
cuando lloran las cuerdas de una triste guitarra…
En las pálidas horas de las noches de luna,
bajo el toldo discreto del amate sombrío,
le reflejan los ojos cual las ondas de un rio
en las pálidas horas de la noches de luna…
Cuando va los domingos a una iglesia cercana,
con sus ojos oscuros de color de aceituna,
los piropos la siguen y el amor la importuna,
cuando va los domingos a la iglesia cercana…
Cuando lloran las cuerdas de una dulce guitarra
en las pálidas horas de las noches de luna,
se entristecen sus ojos de color de aceituna,
cuando lloran las cuerdas de una dulce guitarra.
Alfredo Espino – Jícaras Tristes: Casucas
No hay comentarios:
Publicar un comentario