martes, 27 de agosto de 2013

MAÑANITAS EN LOS CERROS

    Es el mes de las lluvias, y por este
motivo, la tierra viste un traje
de tupido verdor, y entre el ramaje
se ve un poquito menos lo celeste.

    La casuca de campo está más blanca
bajo la blanca lumbre mañanera.
Ha crujido un bambú. La enredadera
está besando cielo en la barranca.

    “Besando cielo”, dije, y no he mentido,
porque en toda hondonada silenciosa,
un poco de agua azul no es otra cosa
que un cielito entre flores escondido...

    Se hace frescura el viento campesino
en el sendero angosto
¡Cómo se ve que Agosto
acaba de pasar por el camino!

    Hemos andado mucho, y todavía
no se acaba el sendero;
¡pero gracias al último aguacero
ha amanecido tan amable el día!

    De la paz de los ranchos unos perros
                                            me salen a mirar...
Se me recoge el alma al penetrar
al silencio oloroso de los cerros.

    ¡Olor, olor a monte, a valle, a loma!
¡Cuánta canción de amor me trae el viento!
¡Ya en mi oído no cabe tanto acento!
¡Ya no cabe en mi pecho tanto aroma!

martes, 20 de agosto de 2013

CAMINO DE LA QUEBRADA

    “Qu”ialumbre en el camino algún lucero
pues agora vendrá de la quebrada
mi negra, tan fresquita y perjumada
asma como el aire mañanero”.

     Clama una voz, en medio del sendero;
abajo, entre el rumor de la cañada,
gime el agua, y su queja desmayada
se pierde en el silencio montañero...

    Y ella aparece, en la cabeza el tol
y en el talle el rebozo tornasol
que él le mercó en el día de su santo...

    Y sus sombras se juntan y las huellas
surgen del día, y como por encanto,
se borran, poco a poco, las estrellas...

miércoles, 7 de agosto de 2013

RETORNO


     Retornan los labriegos enfiestados
luciendo —pintorescos-— sus cotones
de manta y sus ceñidos pantalones
en pozas de cristal recién lavados...

     Marchan con sus machetes envainados,
pendientes de curtidos cinturones
mientras sobre los hombros fortachones
llevan alforjas llenas de comprados.

     Bajo el atardecer de tenues lampos
—sin llevar ni zapatos ni chaquetas-
retornan los labriegos a sus campos.

     Y lejos, en la vía rusticana,
se pierde la sencilla caravana
entre una polvareda de carretas...

martes, 30 de julio de 2013

LOS POTROS

      Ya se acercan los potros; raudamente precisa
el grupo sus contornos de estética salvaje;
entre el pálido rosa del lánguido paisaje
corren desenfrenados, a la par de la brisa.

      Los potros ya se acercan; mas lo hacen tan aprisa,
que parece volaran sobre el quieto paraje;
desplázanse los cascos en fantástico viaje
atrás dejando chozas de silueta imprecisa...

      Huracanadamente por los llanos nativos,
van devorando leguas los potros fugitivos,
por burlar los afanes del inútil seguimiento;

     como una sombra alada pasan ante nosotros,
y los recios gañanes, en fuga tras los potros,
describen con los lazos rúbricas en el viento...

martes, 18 de junio de 2013

ACUARELA SALVAJE

Es el toro. Tan negro, que causa la impresión
de una bella escultura cincelada en carbón.

Sobre el repecho yergue su indómita arrogancia,
mientras todo un boscaje le rinde su fragancia...

Se oye una algarabía de urracas y de loros
en la tarde (princesa que se desmaya entre oros).

Entre policromías y entre bellezas tantas,
todo el bosque es murmullos, todo el bosque es
                                                                           gargantas...

En los bejucos saltan pájaros de áureas colas,
y la charca se amansa, dormida, entre corolas.

Sobre la flor que aroma, sueña la flor que vuela:
tal es la mariposa que está sobre la umbela.

El del repecho mueve de pronto su figura:
Sus ojos son relámpagos en una noche oscura...

¿Algo espera? ¡Algo espera! Lo dice su mirada
que en lo negro fulgura como una llamarada...

Ruido como de un trote se oye lejano, sordo...
De los guayabos vuelan dos palomas y un tordo...

Vuélvese el del repecho. Sobre el negro testuz,
pone un fulgor sangriento la moribunda luz.

Por fin, entre malezas tupidas y apretadas,
despuntan cuatro cuernos, que es decir cuatro espadas…

Avanza una pareja:
es un toro con manchas y una vaca bermeja...

El del repecho embiste con ímpetu salvaje.
Un gran fragor de cuernos emociona el paraje...

Cornadas por cornadas, bramidos por bramidos...
Todo el bosque es silencio. Todo el bosque es oídos...

No ceden hasta que uno dóblase en el repecho...
¡Un gran clavel sangriento le condecora el pecho!

El negro toro yergue su victoriosa testa,
y resoplando baja la pedregosa cuesta.

Entre un claro de cielo del boscaje sonoro,
la “chiltota” atraviesa como un vislumbre de oro...

Un eco de canciones en el silencio vaga...
Un arrebol lejano sobre el charco se apaga...

Alfredo Espino - Jícaras Tristes: Auras del Bohío

sábado, 24 de noviembre de 2012

LA CRUZ



Las gentes lo vieron callado y sombrío…
Camino del río las gentes lo vieron…
Más tarde unas manos cristianas pusieron
una cruz de cedro muy cerca del río…

Era el corralero que fue en busca de ella,
y cerca del río se halló a su rival,
y como los dos la querían igual,
vino la querella…

Pobre Juan Antonio… Pobre la abuelita…
Ahora, en el rancho, non hay nadie que aguarde:
la santa abuelita se fue con la tarde…
Eran sus consejos como agua bendita…

Hoy – por el camino desolado y ancho-,
pasan en silencio las horas de invierno…
Y ronda la noche, con su duelo eterno,
como un perro negro, delante del rancho…

Alfredo Espino – Jícaras Tristes: Casucas

jueves, 22 de noviembre de 2012

MADRUGADA



Amaneciendo… lejos aletea
el gallo melancólico… Una franja
de suave rosicler y de naranja
se inicia sobre el cerro de la aldea…

En las turgentes lomas cabecea
la grácil arboleda de la granja
y una senda, al saltar de piedra en zanja
la hacendosa carrera bambolea…

El campo se despierta. ¡Cómo brinca
la alegría en los patios de la finca,
entre una algarabía de terneros!

Todo bajo luz de los paisajes,
cuando van despertando los boscajes
con su alegre clarín los clarineros…

Alfredo Espino – Jícaras Tristes: Casucas

martes, 20 de noviembre de 2012

A UN VOLCAN DE MI TIERRUCA



Sobre tu cumbre miro iluminados
los últimos rubores del poniente,
como si hicieras repentinamente
una erupción de petalos rosados…

Eres jarrón azul que tienes por
tapete la llanura en que reposas;
la mano del Señor te ha dado rosas
en las que en vez de aromas hay fulgor…

Siempre vives fingiendo a mis delirios,
mientas pasan las horas silenciosas,
si has celajes, un búcaro de rosas,
y si hay estrellas, un jarrón de lirios…

Más, cuando el fuego de tu entraña expeles,
y deshojas lumínicos botones,
 y saltan de tu boca a borbotones,
cien ríos de fantásticos claveles,

entonces finge tu belleza suma,
no un jarrón sosteniendo una corola,
sino una trágica e inmensa ola
que se corona de sangrienta espuma…

porque me asalta la visión umbría
de tu lava que campos vestiría
con un vasto jardín de flores negras…

Así te quiero: la paz, con infinitas
estrellas sobre ti, dando a mi mente
la ilusión de que has hecho de repente,
una blanca erupción de margaritas…


Alfredo Espino – Jícaras Tristes: Casucas

domingo, 18 de noviembre de 2012

ARBOL DE FUEGO


Arbol de Fuego -  Maquilishuat

Son tan vivos los rubores
de tus flores, raro amigo,
que yo a tus flores les digo:
“corazones hechos flores”.

Y a pensar a veces llego:
si este árbol labios se hiciera…
¡ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego…!

Amigo: qué lindos trajes
te ha regalado el Señor;
te prefirió con su amor.
vistiéndote de celajes…

Qué bueno el cielo contigo,
árbol de la tierra mía…
Con el alma te bendigo,
porque me das tu poesía…

Bajo un jardín de celajes,
al verte estuve creyendo
que ya el sol se estaba hundiendo
adentro de tus ramajes…

Alfredo Espino – Jícaras Tristes: Casucas

viernes, 16 de noviembre de 2012

ROPA BLANCA



En el umbral del rancho está María;
las sombras de sus ojos son rivales
de esas sombras que dan los cafetales
cuando se empieza a adormecer el día…

Es muchacha que sueña y desvaría,
si se le habla del mozo de los chales,
y desgrana el maíz en delantales
y aroma con amor la cercanía…

Cuando en el río tiende ropa blanca
-junto a ala poza que la linfa estanca-
al amor de la luna del bohío,

finge la ropa blanca, desde lomas
vecinas, una banda de palomas
picoteando luceros en el río…


Alfredo Espino – Jícaras Tristes: Casucas